Una boca sana es importante. Al cuidarla, mejoramos nuestra calidad de vida.
Nuestros programas preventivos están basados en los cuidados de higiene bucal diarios y en las visitas periódicas al dentista. Aquellos que sean constantes en su
cumplimiento, conseguirán mantener sus dientes y encías sanos toda la vida.
De esta forma con los tratamientos de odontología preventiva se pretende asegurar la conservación de los dientes, para poder mantener la función masticatoria y
estética.
La eliminación de la placa dental bacteriana que se acumula entre los dientes y las encías, la fluorización de los dientes para protegernos de la caries, y el repaso
de las técnicas de cepillado que se realizan diariamente, son las claves de una prevención adecuada. Son sesiones indoloras, que se deben realizar cada 4,6 o 12 meses, en función del riesgo de cada
persona.
La prevención es tan eficaz que la obligación de los profesionales es educar a la población sobre los problemas bucales, sus soluciones y los programas preventivos
para evitarlos.