En función de su origen, existen dos tipos de Halitosis: la
Halitosis oral y la Halitosis extraoral.
La Halitosis oral proviene de la propia cavidad oral y se debe
principalmente (en un 41%) a la acumulación de biofilm oral (placa bacteriana) en la lengua. Aunque también puede estar causada por otras
situaciones como: problemas periodontales, caries dentales, hábito de fumar, entre otras. Según múltiples estudios científicos, la Halitosis oral corresponde al 90% de casos.
Cuando la halitosis se origina fuera de la cavidad oral, se denomina Halitosis extraoral. Se debe principalmente a trastornos sistémicos, del tracto respiratorio superior/inferior, del sistema
digestivo, así como enfermedades hepáticas o renales. Y ésta corresponde al 10% de los casos.